CO2 chromatography

La Cromatografía de CO2 Supercrítica (SFC) es una técnica que utiliza dióxido de carbono en su estado supercrítico como fase móvil para separar y analizar diferentes compuestos. El CO2 supercrítico tiene las ventajas de baja viscosidad, alta difusividad y polaridad ajustable, lo que lo hace adecuado para separaciones rápidas y eficientes. La cromatografía de CO2 supercrítica se puede aplicar a diversos campos, como productos farmacéuticos, productos naturales, análisis medioambiental y ciencia de los alimentos.

La ventaja de la cromatografía de CO2 supercrítica es que utiliza dióxido de carbono en su estado supercrítico como fase móvil.

Esto significa que el dióxido de carbono tiene propiedades tanto gaseosas como líquidas, que pueden ajustarse cambiando la presión y la temperatura. Al hacerlo, la polaridad y la solubilidad del dióxido de carbono se pueden ajustar para que coincidan con los analitos de interés, lo que da como resultado separaciones más rápidas y selectivas. Otra ventaja de la cromatografía de CO2 supercrítica es que reduce drásticamente el uso de disolventes orgánicos, que suelen ser tóxicos, inflamables y caros. . Esto la convierte en una técnica más respetuosa con el medio ambiente y rentable.

La cromatografía de CO2 supercrítica es una técnica versátil que se puede utilizar para diversas aplicaciones. Por ejemplo, se puede utilizar para separar y analizar compuestos farmacéuticos, como fármacos quirales, esteroides y antibióticos. También se puede utilizar para aislar e identificar productos naturales, como aceites esenciales, flavonoides y alcaloides.

SFC tiene una gran cantidad de aplicaciones en diversas industrias, como la farmacéutica, el análisis de productos naturales, la alimentación y las bebidas. Es particularmente útil cuando se trata de resolver compuestos que comparten estructuras similares, son térmicamente lábiles y se tratan de compuestos que son difíciles de separar mediante técnicas cromatográficas convencionales. La cromatografía SFE y SF, juntas, proporcionan soluciones alternativas para la extracción y separación de moléculas. El uso de fluidos de baja viscosidad como el CO supercrítico2permite tiradas más cortas, mayor versatilidad y una producción más segura y ecológica. Los sistemas altamente automatizados reducen la posibilidad de error humano y controlan la separación cromatográfica de compuestos. La perspectiva de extraer, separar y detectar moléculas en un único sistema es muy interesante.